martes, 18 de abril de 2023

COSAS DE NIÑOS


 

Cosas de Niños


Un poemario con el cual Zyanya Ainara Medina Lozada, de nueve 9 años, originaria de Ixtapaluca, se hizo acreedora al tercer lugar de nuestro DÉCIMO CONCURSO ESTATAL PENSADOR MEXICANO DE LITERATURA ESCRITA POR NIÑOS Y JÓVENES 2022

(Nota: las ilustraciones son de David Hockney)



Cosas de niños

 

Pasar la mano por barandilla

saltar en los charcos

correr en vez de caminar

comer con las manos

son cosas de niños.

No pisar las grietas del suelo

sentir las texturas

andar descalzo

deslizarse en las rampas

son cosas de niños.

Caminar en la banqueta

rodarse en la ladera

hacer castillos de arena

son cosas de niños.

Encontrarle forma a las nubes

desvelarse

no bañarse

ser feliz

esas son cosas de niños.

 

 

 

Columpio

 

El niño sentado en el columpio

se mecía con el viento

sobre la arena.

Intentaba avanzar desesperado

agitando el columpio sin moverse

no había altura ni caída.

Solo el viento de su partida

esperando el impulso de su padre

en el vaivén de la vida.

Al fin llega su fuerza

que tanto deseaba

para alcanzar tan elevada cima.

En cada subida y bajada

los pies se desprendían del suelo

y volaban.

Arriba apenas divisaba la cima

de entre todas las cosas

que asaltaban la vista.

En esas alturas

que alcanzó en compañía

habría estado listo para volar

 con el viento.

Alcanzó la cima

con su propia fuerza

feliz de las consecuencias

del pulso interno.

Sabiendo que

sin caída no hay subida.

 

 


Pregunta tonta

 

¿Acaso las cartografías son de cartón?

 ¿Y parsimonia una grosería?

¿Verborreico una enfermedad?

¿Y algo fructífero dulce como una fruta?

¿Vejación es de vejez?

¿Y una landa es un nombre?

¿Cordillera un rebaño de corderos?

¿Y rimbombante algo feliz?

Me pregunto que podrían ser

y me respondo.

Me gusta hacer preguntas tontas

porque así descubro el mundo.

 

 

Volar con la mirada

 

Cuando los niños

miran a la distancia

vuelan con la mirada.

Y de repente ya están ahí

en la cima de la montaña

haciéndola suya.

Pero bruscamente

la realidad te llama

y te saca de ese sueño

de infancia.

 

 

Jugar

 

Estando solos

podemos jugar

con lo que sea.

Dos dedos son dos piernas

de un par de personitas

pegadas a mis brazos

corriendo con el índice y el medio

escalando la montaña mullida

de la sala.

Dos ramas son

espadas afiladas

que cortan el aire

peleando contra

rudos piratas

con un parche

en el ojo y una

cobija de capa

y que disparaban balas

con las manos.

Ya se está haciendo tarde

tras un largo día de juegos

a la mar, me fui a la cama

las olas me arrullaron

y me sumergí entre sueños.

 

 

Las atrapadas

 

¡Las traes!

¡las llevas!

juego infinito de carreras

maldito juego de epidemia

que nunca pasa de moda

inalterado por el tiempo

¿es que por siempre estará este juego?