viernes, 21 de febrero de 2020

CUATRO OBRAS DE JOSE MARÍA VELASCO SOBRE TEPOTZOTLÁN



Muy afamado es el gran pintor de paisajes don José María Velasco, originario de Temascalcingo, paraje también mexiquense. Su pincel brilló en la segunda mitad del siglo XIX, principalmente durante el Porfiriato. Los monumentales cuadros de Velasco siguen impresionando al público, desde el neófito hasta el conocedor le aprecian, y quizá por ello es uno de los pintores más queridos de la nación mexicana. Interés tuvo por la ciencia, la botánica, la historia y por supuesto la geografía. Así que era de amena curiosidad la cual le llevaba a emprender largas caminatas por cerros y llanos. Como buen paisajista, detectaba las geologías hermosas, por ello no es de sorprendernos que dedicara cuatro cuadros a Tepotzotlán, mismos que hoy en día se encuentran en el Museo Nacional de Arte de la calle Tacuba. La primera vez que llegó Velasco a Tepotzotlán fue en 1864, quizá motivado por el presidente Porfirio Díaz, de quien se dice, tenía un gran aprecio a nuestro pueblo y lo visitaba con regularidad para escuchar la misa en el templo jesuita.

El arte de Tepotzotlán habrá dejado impresionado a Velasco

Velasco estuvo explorando los pueblos de Cuautitlán y Teoloyucan, y en algún momento llegó a Tepotzotlán y tras de haber examinado con respeto y admiración a los grandes maestros novohispanos de la pinacoteca jesuita del colegio tepotzotleca, habrá escapado entre los cerros de nuestra sierra y dominado desde allí unos de los horizontes que él más disfrutaba: el valle del Anáhuac, cuyo reducto de lago de Zumpango se aprecia a la perfección, aún hoy en día, desde cimas como La Columna, o las Tres Cabezas. A este periplo pertenecen tres óleos titulados “Ladera de las montañas de Tepotzotlán”, “Rocas del monte de Tepotzotlán" y el que lleva el poético nombre de “Peñascos de la Peña Encantada”.

Ladera de las montañas de Tepotzotlán 
“Rocas del monte de Tepotzotlán"

Las tres obras son, más que paisajes abiertos, detalles del paisaje, que si bien no representan zonas identificables de la sierra, o una descripción general de la misma, sí son despliegues de lo mejor de la técnica que hiciera afamado a Velasco. Muy sabroso nos resultaría saber la leyenda de la Peña Encantada, puesto que, según un libro, existe un dibujo en lápiz sobre papel, del mismo Velasco, que se titula "Cerro de la Bruja en Coyotepec (expedición a la Peña Encantada, Tepotzotlán)".

Peñascos de la Peña Encantada

Algo entrañable habrá resultado Tepotzotlán para Velasco, pues una década después, en 1874, el pintor vuelve a treparse a las cumbres tepotzotlecas y nos regala un cuadro más maduro, un óleo sobre papel pegado en tela intitulado “Barranca de Tepotzotlán”. Y es que, amigas, amigos, quién no se prendaría de nuestra sierra, sólo un estúpido, un payaso o un apátrida.

Barranca de Tepotzotlán

Don José María Velasco también fue un excursionista de la Sierra de Tepotzotlán







* Texto de Juan de Dios Maya Avila El Jorobado de Tepotzotlán.