Afamado cacique de Tepotzotlán fue Don Martín
Maldonado Itlatzin, noble de origen náhuatl (si atendemos a su nombre) dueño de
un buena parte del pueblo, lo cual le confería autoridad incluso ante los
españoles. Vivía don Martín en el barrio de Amáxac (Donde se bifurca el agua). En
1580, cuando arriban los jesuitas al señorío del jorobado, el cacique les dona
un cúmulo de hectáreas para que funden sus casas. Los jesuitas, en
agradecimiento, fundarán el colegio de naturales de San Martín para los hijos
de los nobles nahuas y otomíes. San Martín se llamará también desde entonces el
barrio de Amáxac. Un par de siglos más seguirá sintiéndose el poder del cacique
en sus descendientes. Y ello lo podemos saber gracias a un plano de 1758 que
busca deslindar ciertas propiedades de los españoles que llegaron a vivir al
pueblo contra las huertas y casas de los herederos del cacique nahua, en
especial del patriarca en turno, que ostenta no sólo el apellido, sino el
nombre de su tatarabuelo: don Martín de Velasco Maldonado. No sabemos si se trata de la misma casa de su
antepasado. El plano se convierte en uno de los primeros mapas del ahora centro
histórico de Tepotzotlán. Vemos huertas, casas de principales y de naturales,
parte de la sierra, los caminos hacia Coyotepec y Santa Bárbara, la zanja real y un curioso puente que tiene el
primoroso nombre “tequitqui” (híbrido de español y náhuatl) de Tlapuente.
También se ve el agua que ha de entrar a los Molinos de la Compañía o Molinos
de Xuchimanga, hoy en franco deterioro y casi hechos una ruina tras del saqueo
y la poca atención y cuidado que le ponen la autoridades municipales, el Museo
Nacional del Virreinato (que lo tiene bajo su “custodia”) y el olvido al que el
mismo pueblo los ha sometido. Con los casi nulos conocimientos que tengo en
paleografía, hago una interpretación de los textos de esta foja, que espero
sirvan también como una guía que ayude a entender este plano-mapa de
Tepotzotlán.
El documento fue hecho por el juez don
Melchor de Torres en el año de 1758 y comienza refiriendo en la parte superior del
mismo:
“Para que en su presencia se diga la (…)
medida y que después della (de ella) se haga una pintura en el plano y en ella
se pongan y se señalen las tazas que tuviesen de una parte a otra en todas
las cuatro (¿esquinas?) con todo el (….)
y que al demás de la pintura, la firmarán para más verificación de la posesión
que don Martín Velasco ha tomado y así lo mandaron y lo firmaron siendo
testigos Francisco Fernández, Gonzalo (¿?) de la (¿Barquera?), (¿Duio de
Hen?), Benito Díaz, Alonso Hernández,
Alonso García todos españoles (¿?) unos estantes en este pueblo que todos se hallaron
presentes, todo, todos, (¿ns?) bala”
Firmas:
D. Melchor de Torres (juez)
Don Matías de la Mota e hijos
Don Diego Hipólito
Don Francisco Ximénez Hernández (fiscal)
Domingo (¿García?)
¿Po Damián?
D. Diego de (¿?)
Marcos de la (¿?)
Las demás ilegibles pero
todas rodeando un símbolo que recuerda un portón o una cerradura, marca de que
es un predio propiedad de Alonso Hernández, español. Y luego una franja
horizontal con puntos, el primer delimitado.
Luego viene, con el mismo
símbolo, que es un portón: “la casa de Alonso García (¿Turrado?) que esta es la
huerta del señor Alonso García”
Luego, tras una
delimitación, viene, a la derecha, un siguiente predio de menores dimensiones:
“este es el solar que no está cercado, linda con la huerta de Alonso García
Turrado de poniente a oriente tiene ciento y veinte tres varas 123 varas”.
Seguimos, en la parte
izquierda del documento, con la huerta de Alonso García Turrado. Vemos como se
extiende de norte a sur y que es muy grande. Hay en ella diversidad de flora y
lo que parece ser un monte con nopalera y ¿plantas de maíz? Y justo detrás del
monte, emerge un cuerpo de agua (seguramente la zanja real) que dice: “esta es
la zanja por donde (¿va?) el agua a los molinos de la compañía de Jesús”.
Esta zanja nace (en el
mapa) de la propiedad de Alonso García, pero pasa en su mayor parte por la
huerta de a lado que quizá pertenece a la casa de don Martín de Velasco
Maldonado y don (¿Francisco? ¿Luis? ¿Juan?) de Velasco Maldonado, los caciques,
que ya volveremos a ellos . De mientras sigamos con la huerta de Alonso García,
pues aún hay “la carne (¿sería) (¿carnicería?)”, el “tajón” (marcado en un
cuadrado) que es el lugar donde se tasaja la carne y un cuadro más que dice: “esta es el corral
del matadero” y junto a éste, al sur, el “corral de ¿acceso?”. Cruzando ese
corral de acceso, rumbo al poniente (izquierda), pasando una nopalera,
llegaremos a un edificio que señala que “la ermita ¿aquí? se empieza”.
Más al sur, donde termina
el cuadro, hay un símbolo de almohadilla (mejor conocido por nosotros como “gato”),
donde leemos la leyenda: “la ¿desta? Casa se ¿midió? del poniente al oriente
tiene ciento y sesenta y cinco varas 165 varas”.
Justo a la derecha, viene
una de esas hermosas palabras híbridas entre el español y el náhuatl: Tlapuente
o Tlalpuente de tlalli (tierra) y el
castellano puente: Puente de tierra.
Y la marca dice así: “Tlapuente de la zanja” que colinda con la “Huerta del
¿colegio? o de ¿Collado?”.
Cruzando el tlapuente de
la zanja, damos de frente con un camino: “este es el camino real que viene de
Santa Bárbara a este pueblo de Tepotzotlán y tiene de ancho de…” y luego viene
otra almohadilla sobre lo que quizá sea un basamento de piedra y más a la
derecha lo que pareciera un pie, símbolo prehispánico que denota que se trata
de un camino. Y debajo, en el dibujo de un portón o puerta, una frase que se ha
perdido al final y que dice: “esta es la puerta de ¿nist? ¿pes? (y el resto es ilegible)”.
Volvamos más al norte, a
la huerta de ¿Po Damián?, vecino de Alonso García, pues éste a la derecha de su
posesión, marca un cuadrado que dice: “este es un corral de bueyes” y justo
debajo, en lo que quizá ya no sea su propiedad, un espacio que dice: “este es
el solar que no está cercado”. En la huerta de ¿Po Damián?, no vemos nopaleras,
sino lo que quizá sean milpas y árboles frutales. Tanto los corrales de bueyes,
como el solar sin cercado, colindan al oriente (derecha) con una vía que dice:
“este es el camino real que viene de Coyotepec que va derecho a las Ánimas, de
¿los pies de la zanja…?, tiene de largo de norte a sur doscientas veinte y seis
varas 226 varas de (¿?)”. Marca en la esquina nororiente (superior derecha) dos
pies iconográficamente relacionados al signo prehispánico para “camino”. Justo
debajo, un pequeño cuadrado que marca la “casa de ¿Po Cha? Natu(ral)”, hacia el
sur una milpa y luego otra casa “la casa de ¿Jacinto? Maldonado ¿Di Hesto? O
¿di español?”. Siguiendo al sur, una
calle, marcada con ¿arena (xalli)?, que separa la casa de Maldonado de una
propiedad que dice: “esta es la casa y huerta de ¿vi ue fran de angus?,
españ(ol)”, cuyo portón da hacia el mentado camino a Santa Bárbara.
Ahora sí, la casa y
huerto que mayor espacio ocupan en la pintura, justo al centro, por donde hemos
visto ya que hacia el poniente cruza la zanja real un huerto donde también
vemos una montaña o promontorio con una ¿cueva?, en cuya entrada hay una
nopalera. También hay Milpas y árboles frutales y al poniente una casa enorme,
con portón herrado y construida en piedra a la usanza española, que pertenece,
no obstante, a los caciques nahuas de Tepotzotlán y que , en sus grandes
dimensiones, contrasta con las casas de los españoles y, por supuesto, de los
demás naturales, significando la importancia de dichos caciques. Dice la
leyenda: “estas son las casas de don Martín de Velasco Maldonado y de don (¿Francisco?
¿Luis? ¿Juan?) de Velasco Maldonado caciques y principales de este pueblo de
Tepotzotlán”. Y justo al oriente, pegado a la casa, una franja que aún nos
indica que es “el solar de don Martín de Velasco Maldonado y de don
(¿Francisco? ¿Luis? ¿Juan?) de Velasco Maldonado”.
Y hasta aquí con este
plano-mapa de los caciques nahuas de Tepotzotlán del año del señor de mil
setecientos y cincuenta y ocho, a tan sólo cinco décadas de distancia para que
comenzara la guerra por la independencia de México.













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