miércoles, 3 de mayo de 2017

SANTA CRUZ DE TEPOTZOTLÁN

La iglesia de Santa Cruz en Tepotzotlán

Hoy tres de mayo, día de la cruz, aprovecho para hablar de uno de los pueblos menos difundidos de Tepotzotlán a pesar de su legado histórico, cultura y artístico. Me refiero a Santa Cruz, bello caserío que se alza en las faldas de la sierra y que guarda una singular relación con aquel importante pueblo que alguna vez perteneció a nuestro municipio y que nos fue despojado tras la erección de Izcalli: Santa María Tianguistengo, cuyo nombre en náhuatl quiere decir “En la orilla del tianguis”.
Restos de templo prehispánico destruido por los saqueadores
Según crónicas prehispánicas era Tianguistengo uno de los poblados principales de Tepotzotlán, y Santa Cruz, cuyo nombre indígena se ha perdido en el tiempo, habrá sido uno de sus barrios de mayor envergadura puesto que aquí se ubicaban importantes adoratorios y templos consagrados en el ámbito ideal de la teología otomí y náhuatl: los cerros. Así es, en las montañas que circundan Santa Cruz se alzaron complejos religiosos que por desgracia han sido totalmente destruidos por los saqueadores. Asimismo, hay restos de mojoneras y caminos prehispánicos y aún asoman algunos restos arqueológicos que urge salvaguardar.
Cruces de caminos donde se vislumbran vestigios prehispánicos
Hoy en día, Santa Cruz es una apacible población que nace en la plaza principal donde un bonito templo de principios del siglo pasado enseñorea el paisaje. Es importante mencionar que se distingue por sus amplias quintas y ranchos. Cosa singular resulta que los pobladores han puesto bellas cruces de cantera, en su mayoría rosadas, en bardas, nichos e incluso en medio de los callejones a manera de recordar el nombre del pueblo.
Abundan las cruces de cantera como una distinción del pueblo

Las hay incluso a mitad de los callejones que conducen a la sierra

Detalle de la iglesia
Como buen pueblo serrano, sus calles se intrincan elevándose hasta conducir a los senderos de la montaña, antes pasan por el panteón, lugar sacrosanto e imbuido de leyendas, pues varios transeúntes han dicho ver a una dama de blanco que sale de entre las tumbas y se pierde en las cuevas cercanas. Brujos los hay y prueba de ello son los residuos que dejan de sus “trabajos”.
Aún se practica la brujería y el culto a las montañas
Por último hemos de decir que un escultor anónimo pero de gran calidad, escogió una de las cañadas de Santa Cruz, por donde baja un río de temporada, para trabajar el tepetate de manera magistral y ha dejado su testimonio artístico en una serie de rostros que se inscriben en la tradición del arte efímero y de cuya naturaleza ya nos hemos referido en otro artículo.
Obra de escultor anónimo en unas de las bajadas del río de temporada

Urge que las autoridades conserven este legado artístico y le den promoción
De igual manera existe entre sus cuevas un petroglifo misterioso que parece representar a un ser zoomorfo con cabeza de flor de cuyo origen es difícil definir si se trata de arte contemporáneo o histórico. Acércate a conocer el pueblo de Santa Cruz que hoy además celebra su afamada feria y fiestas patronales.
Petroglifo de Santa Cruz ¿prehispánico o contemporáneo?

Vista del pueblo, a la derecha se mira el panteón, lugar de leyendas...



Saltamontes en la sierra de Santa Cruz





*Texto de Juan de Dios Maya Avila El Jorobado de Tepotzotlán















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