En días pasados hemos comentado ya el proyecto de llevar una
imagen gigante del Señor del Nicho a una de las cumbres de Tepotzotlán
perteneciente a los ejidatarios, pues éstos, con la anuencia del ayuntamiento e
incluso con el visto bueno del sector eclesiástico católico del municipio, están
convencidos de que estas acciones les atraerán turismo y por ende derramas
económicas. El hecho de que es un plan que pone en riesgo la ecología del
parque estatal Sierra de Tepotzotlán es evidente, pero las personas que están a
favor han indicado que no se corre riesgo y que los inconformes acudan a las
autoridades competentes a presentar sus denuncias. Sin embargo, a los
perpetradores de este proyecto y a sus allegados, también se les ha cuestionado
sobre la destrucción de patrimonio histórico y arqueológico de la zona, ya que
existen evidencias en la zona del proyecto incluyendo un basamento otomí en las
inmediaciones del lugar donde se instaurará el dicho cristo. Ante ese
cuestionamiento: callaron.
Querían pruebas, las hemos recabado y hoy las
presentamos aquí. Hemos hecho un recorrido por la zona afectada y otros puntos
de la sierra recabando material arqueológico. El resultado es escandaloso. En
los montes cunde una gran cantidad de vestigios (saqueados y en el abandono) de
los que fue el gran señorío de Tepotzotlán e incluso, como lo demuestra el
registro gráfico, de épocas pretéritas, donde a nuestro territorio llegó la
influencia teotihuacana y tolteca, cuando éramos un reducto de la gran nación
otomí y nuestro pueblo se llamaba Nccogüe (La tierra del dios jorobado). Los interesados en seguir llevando a cabo
proyectos irracionales en Tepotzotlán, dirán que nos acerquemos al Inah a
presentar nuestra denuncia, ese mismo Inah que ha permitido la destrucción de
Teotihuacán, el saqueo de innumerables sitios arqueológicos del país o incluso
la privatización (aunque sea por parte de un ejido) de lugares de sumo interés
para el pueblo como Los Arcos de Sitio.
Es imperante rescatar los vestigios
prehispánicos de Tepotzotlán (e históricos, porque haciendas como La Teja ya
fueron vendidas al mejor postor), comenzando por la construcción de museos de
sitio en sus pueblos más importantes y que presenten la mayor cantidad de
evidencias arqueológicas. Si el gobierno no muestra interés, hagámoslo lo
ciudadanos, ahí tenemos ejemplos como el de Víctor Vargas quien desde hace años
trabaja en la pirámide de Cañada de Cisneros para recuperarla o como el de esos comunitarios empeñados en
salvar la Cueva de la Leona, nuestros reconocimientos para ellos y ojalá sirvan
de ejemplo para otros habitantes y ejidatarios del municipio y los hagan
recapacitar para entender que no es necesario destruir en vías de un progreso
personal y económico, se puede hacer dinero poniendo la inteligencia y el amor
por el pueblo como piedras angulares. Tepotzotlán podría ser un paradigma en el
turismo y el rescate de sitios arqueológicos del valle del Anáhuac; al
contrario y tristemente, y como lo registra la prensa nacional en este 2018, Tepotzotlán, uno de los primeros Pueblos Mágicos del país, se
ha convertido en el submercado industrial “con mayor número de metros cuadrados
en construcción, reportando al cierre del primer trimestre casi 483 mil m²…con
la mayor cantidad de metros cuadrados disponibles” (http://inmobiliare.com/e-commerce-actividad-con-mayor-demanda-de-espacios-industriales-en-zmcdmx/).
Sin embargo, a medida que llamó la atención de los seguidores en las cuentas de Instagram y Twitter de Lucy Hale, su popularidad se disparó y la llevó a más de 879.000 seguidores en unos pocos meses. También tiene 58.000 seguidores en el sitio de microblogging Twitter. https://diarioelgratuito.com/biografia-de-kelsey-calemine/
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