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Este año dedicamos el concurso a la antropóloga e historiadora Yoshiko Shirata Kato, cuyo corazón se dividía entre Tepotzotlán y su natal Japón |
El Jorobado de
Tepotzotlán y El Sitio Maya tienen a bien hacer del conocimiento público los
nombres de los ganadores del Tercer Concurso de Cuento y Poesía para Niños y
Jóvenes San Miguel Cañadas 2015 dedicado este año a la gran antropóloga e
historiadora Yoshiko Shirata Kato, quien muchos años vivió en los altos de
Tepotzotlán. De manera especial queremos agradecer a la maestra Rosario,
directora de la primaria General Salvador Alvarado de San Miguel Cañadas, pues
como cada año su apoyo resultó imprescindible para la realización de este
concurso. De igual manera, esta actividad cultural que cada año se consolida
entre los niños y jóvenes mexiquenses, no podría haberse realizado en esta
emisión sin el total apoyo y cooperación de don David Maya Gutiérrez a quien le
mandamos un fuerte abrazo y mil gracias. Por último, queremos dar gracias a todos
los niños y jóvenes participantes; este año fue especialmente difícil la
elección pues los trabajos que llegaron presentaban una calidad indiscutible.
Quisiéramos tener más recursos para premiarlos a cada uno de ustedes, pero nos
queda el consuelo de que el mejor premio ya lo tienen: su talento. No dejen por
favor de leer y mucho menos de escribir que para como está el mundo, quizá
llegue a ser su única salvación. Al público en general, les queremos hacer
extensiva la invitación para que nos acompañen el día de mañana, sábado 26 de
septiembre del 2015, a la premiación de estos jóvenes escritores misma que se
llevará a cabo en El Sitio Maya (Carretera Federal Arcos del Sitio s/n, Pueblo
de San Miguel Cañadas, Tepotzotlán, teléfono 59960382) en el marco de las
fiestas patronales del pueblo de San Miguel Cañadas, las cuales se distinguen
por su hermosura, cultura y tradición. La entrada a la premiación es gratuita,
habrá lectura de cuentos y una obra de teatro representada por el insigne actor
Luis Cancino Popoca. ¡Ven, disfruta y apoya la cultura y el arte en el
municipio de Tepotzotlán!
RESULTADOS DEL TERCER
CONCURSO DE CUENTO Y POESIA PARA NIÑOS Y JÓVENES SAN MIGUEL CAÑADAS 2015
Primer lugar
Josué Javier Vázquez Ake, de San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
Por sus poemas Un
amigo cabal y Nace el campo, nace el
mar
Segundos lugares
Guadalupe Alma de Jesús Barrios, San José Piedra Gorda,
Tepeji del Río, Hidalgo
Con el cuento Mi rico
almuerzo en un sueño
Anette Lucero Barreto Barrios, San Miguel Cañadas,
Tepotzotlán
Con los cuentos El sol y la luna y La flor mágica
Elvin Jesús Monrroy Quijada, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
Con el cuento La mina
de oro
Terceros lugares
Joana Maturano Quijada, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
Con el cuento La
Pascuala
Valeria Olivia Chávez Quijada, San Miguel Cañadas,
Tepotzotlán
Con el cuento El tesoro
escondido de Arcos del Sitio
Xcaret Yajani Quijada Ruiz, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
Con el cuento Leyendas
de San Miguel Cañadas
Citlali Genazareth García Sánchez, Santiago Cuautlalpan,
Tepotzotlán
Con el poema Desde abajo
TERCER CONCURSO DE CUENTO Y POESIA PARA NIÑOS Y JÓVENES SAN
MIGUEL CAÑADAS 2015
Primer lugar: Josué
Javier Vázquez Ake, de San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
UN AMIGO CABAL
Trini Barreto se dice llamar.
Su yegua La Gruya él sabe montar.
Montado en ella él suele cantar,
Un hombre alegre se puede mirar.
El rancho La Estancia lo vino a buscar,
Caballos y yeguas él sabe domar.
Trini Barreto amigo cabal
Lo mismo toma tequila o mezcal.
Su rancho El Mogote él suele labrar
Y ricos elotes le gusta asar.
Trini Barreto que gran caporal,
Toro muy bravos el sabe montar.
Con su escuadra le gusta tirar,
Conejos y ardillas le gusta cazar.
Trini Barreto, amigo cabal,
Con su gallo el giro le gusta apostar
Y muchos billetes él sabe ganar.
Con banda y mariachi le gusta cantar,
La tuba y la flauta él sabe tocar.
Bota y tejana le gusta vestir
Y sus chaparreras lucir.
Trini Barreto se dice llamar
Y rico pulquito sabe preparar.
Con su guitarra le gusta rimar,
Canciones muy chulas para cantar.
Y al río de La Mano se mete a pescar
Truchas muy grandes para degustar.
Lo mismo te baila un tango que un vals
Y contribaquer él sabe enseñar.
Si un amigo tu quieres buscar
En Trini Barreto lo vas a encontrar,
Amigo cabal.
NACE EL CAMPO, NACE EL
MAR
Nace el campo nace el mar
México Quiero invitarte a disfrutar,
Puedes pasar las grutas de Tolantongo
mirar donde su agua suele brotar
Por el núcleo de la tierra suele pasar
Para irse a calentar
Para que los niños se puedan bañar
En su río tan grandote meterse a mojar
Y en la gruta entrar a jugar
Y si estas pasadote de peso, puedes bajar
Qué hermoso lugar, si quieres lo puedes visitar
Ahí nace el campo y nace el mar
Pero quiero llevarte a mirar
El cerro de Moxillon
Que anhelo al pasar desde la bella Misantla.
Se puede mirar su bella cumbre al caminar
Con el Tío Celestino te puedes hospedar
Un pato te puede cocinar
Para que pases a cenar.
Lechita caliente vas a desayunar
Y al potrero vas a ir a ordeñar
Y también pimiento puedes cortar.
Nace el campo nace el mar
En el río Moxillon te puedes bañar
En sus aguas frías y termales
Toman agua los animales:
Acamayas salen de sus arra
¡Ay, qué sabrosas saben en tamales!
Si quieres remediar tus males
Ven y conoce Misantla y todos sus lugares.
Pero, oh, vámonos a los mares
Conoce Tampico y todos sus lugares.
Vamos llegando y de lejos se ve el puerto Juárez
Donde llegan enormes buques de todos los mares,
Cargan petróleo para quemar en todas sus ciudades
Ya a la te puedes encontrar
Si eres chilango seguramente te van a registrar
Hasta los calzoncillos te pueden bajar
Si no te dejas revisar.
Nace el campo y nace el mar
Yo quiero comenzar a cantar
Lo que en Tecolutla puedes mirar
Palmeras y muchachas a lado del mar
En esa banana te puedes trepar
Y decirle a lanchero que te pueda tirar
Y en el agua puedes rebotar.
Truchas, camarones y cocos puedes degustar,
Pero no comas mucho porque te vas a empachar.
A Papantla voy a regresar.
Sus voladores puedes mirar
Esa flautita comienzan a tocar
Cuando ellos se echan a volar.
Si también quieres refrescar
Un rico pozol te debes tomar.
Al Tajín debo mirar
Y su enorme pirámide voy a trepar.
Por Álamo voy a pasar
Dulces naranjas voy a cortar,
Donde el tío Mariano me invita a pasar
Al enorme río vamos a nadar.
Nace el campo nace el mar,
Por Real del monte voy a regresar,
Donde mineros plata solían sacar
de itacate solían llevar
paste y pulquito para almozar.
Collares de palta solían formar
Ahora aquel lugar
Suele ser un museo para visitar.
A mi hermoso pueblo voy a regresar
El hermoso letrero de Las Cabañas
Se puede mirar.
Y a El Sitio Maya te invito a pasar
Tu casa de campaña puedes llevar
Donde cómodamente vas a pernoctar,
Y tu balón de fucho puedes llevar
Para con todos tus cuates cascarear.
Nace el campo, nace el mar,
El hermoso Sitio Maya te invita a pasar.
Si tu vienes a México no lo dejes de visitar.
Inolvidable experiencia te vas a llevar.
Una rica trucha te pueden asar
Y güajolotito de granja para varear.
Aquí en El Sitio Maya nace el campo, nace el mar.
Nota del autor: cuida los mares, los ríos y el campo. La
bolsa de Sabritas no suelas tirar, porque seguramente vas a contaminar. El
autor y poeta defensor de la selva, del campo y del mar y de todo bello lugar:
Josué Javier Vázquez Ake.
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Las grutas de Tolantongo... |
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...y el cerro de Moxillon, en Misantla, aparecen en el bello poema ganador |
Segundos lugares
Guadalupe Alma de
Jesús Barrios, San José Piedra Gorda, Tepeji del Río, Hidalgo
Mi rico almuerzo en un sueño
Hay días en que salgo de
la escuela con mucho apetito. Hoy es uno de ellos. ¿Qué me gustaría almorzar?
No lo sé bien. Me gustaría algo rico. Paro un momento en casa de Vale para ver
qué están almorzando. ¿Qué es? Le pregunto. Tamales, me contesta Vale, mamá los
hizo antes de irse a trabajar a la boutique. ¡Eso mismo almorzaré yo! Sigo mi
camino soñando con unos ricos tamales…ummmm…¡Cómo me gustan los tamales! Paso
por la casa de Emir. Me sorprende no verlo afuera jugando con sus canicas.
¿Dónde estará? Ya veo, está almorzando. ¿Qué es eso? Le pregunto. Pescado,
responde Emir. ¡Eso mismo quiero almorzar yo! Pescado fresco. Se me hace agua
la boca. ¿Qué podría ser más delicioso
para un almuerzo? ¡Estoy hambrienta! ¿Qué estás cocinando? Le pregunto a Karla
al pasar por su casa. Sopa de vegetales, me dice Karla. ¿Cuáles les pusiste?
Zanahoria, apio y maíz como me enseñó mi abuela. ¡Qué maravilla, eso mismo voy
a almorzar yo! Ahora me apetece un gran plato de sopa de vegetales. Luego paso
por la casa de Chabela. ¿Qué es eso? Le pregunto. Pollo con salsa de
champiñones, oigo que me responden. ¡Eso mismo pienso almorzar yo! Y sigo mi
camino. Y donde quiera que miro veo un gran plato de pollo con champiñones.
Antes de llegar a mi casa paro donde Elena. ¿Qué es eso? Le pregunto. Camarones
al ajillo, exclamó ella. Qué coincidencia, eso mismo deseo almorzar yo. Y me
deleito pensando en los exquisitos camarones al ajillo. ¡Cuántos almuerzos
ricos! Ya no sé cuál prefiero. Entonces entró corriendo a la cocina de mi casa.
Mamá, ya estoy aquí, quiero almorzar algo rico, le pido. Algo así como tamales,
pescado, sopa de vegetales, pollo con salsa de chamiñones o camarones al
ajillo. ¿Y no te gustaría más un perro caliente con mostaza y salsa de tomate?
Pregunta mamá. Mmmmm….¿un perro caliente?… ¡Si quien lo hace es mamá es el
mejor almuerzo del mundo!
Anette Lucero Barreto
Barrios, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
El sol
y la luna
Era hace una vez una galaxia
llena de estrella. Pero entre ellas vivía una, la más brillante. Ella era la
Luna. La reina de la galaxia. Pero el Sol era su enemigo. Una noche el Sol
mandó a sus soldados combatir a la Luna. Los soldados del sol eran más fuertes
que los de la Luna y siempre salían ganando los soldados del Sol y la Luna les
tenía que dar lo que el sol necesitaba. Un día una estrellita se armó de valor
y le dijo a la reina:
—
Reina, ¿porqué siempre le da al Sol lo que
quiere para que no le haga daño? Esta noche voy a armar un ejército de
estrellas para que juntas brillemos más que el sol y nos devuelva lo que hemos
perdido y así restauraremos la paz.
Y así fue. Todas las estrellitas
brillaron con todo su poder y ganaron.
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La Luna, siempre victoriosa, tras de la sierra de Tepotzotlán |
La flor mágica
En lo alto de la montaña,
vivía una flor. En las noches se abría y en el día se cerraba. Ella en la noche
jugaba y en el día dormía. Ella tenía muchas amigas pero ella quería conocer el
día. Pero era muy tímida. Sus amigas le contaban de lo maravilloso que era el
día y de las mariposas. Ella lo que más quería era conocer a las mariposas. Una
vez, con el ansia de conocer por fin a las mariposas, se abrió durante el día.
Sus amigas, asombradas de que al fin conociera el día le aplaudieron de alegría
y al fin conoció a las mariposas.
Elvin Jesús Monrroy
Quijada, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
LA MINA DE ORO
Había una vez unas
amigas. Un día le dijo una a la otra:
— Dile
a tu mamá que te deje ir conmigo donde veas una luz.
— Sí,
bueno, adiós. Oye, mamá, me dijo mi amiga Isabel que valla con ella.
— Pero
sabes que es mala…
— No,
mamá, es mi amiga. Bueno, gracias, mamá. ¡Hola, amiga! ¿A dónde vamos?
— EN
el camino te cuento.
— Bueno,
oye, qué bonito barco ¿dónde lo compraste?
— Yo
lo construí, sube, te voy a contar a dónde vamos. Donde me encontré este libro
hay oro. Hace muchos años mis ancestros lo encontraron.
— Oye,
Isabel, pero ¿no es peligroso?
— No,
Michel. Bueno, ya llegamos. Mira bien, pero de la mina no le digas a nadie.
Mira acá tienen muchas cosas, te voy a enseñar unos caminos que me sé para que
no te pierdas.
— Sí,
Isabel, vámonos.
— Ya
voy.
— Oye,
Isabel, va subiendo el agua y están cayendo piedras.
— ¡Ay,
qué me pasó! Me cayó una roca. Está muy pesada, no la voy a poder cargar.
— Mejor
voy por ayuda.
— Pero
va a subir el agua.
— Por
eso, debo ir rápido, corriendo. Ya me voy.
— Sí,
bueno, suerte…
— ¡Oiga,
auxilio!
— ¿Mande?
— Mi
amiga está atorada en la mina de oro.
— Mandaré
rescate, ¿cuál es tu nombre?
— Michel.
— Bueno,
vamos a tu casa mientras la rescatamos.
— Mamá,
mi amiga Isabel está atorada en la mina de oro.
— ¡Michel,
dime dónde está el oro!
— No,
papá.
— Si
no me dices, te voy a pegar.
— Bueno,
ten el mapa, la brújula nos dice.
— Señor
oficial, ya sacamos a la niña, sólo tuvo una fractura, creo que ya va a
despertar.
— ¿Y
mi amiga?
— ¿Cómo
se llama tu amiga?
— Michel.
— Ah,
la niña que pidió ayuda.
— Sí,
esa.
— ¿Quieres
que te diga dónde está?
— Sí.
— Voy
a preguntarle a su papá. No contesta.
— No
importa. Voy a mi casa. Hola, mamá, ¿y Michel?
— No
sé pero ya no te vas a juntar con ella.
— Pero
es mi amiga. Bueno, mamá, ¿me dejas ir a su casa?
— Sí,
pero yo te llevo.
— Sí,
mamá. ¡Hola, Michel! ¿Estás en casa?
— Oye,
no está.
— Ya
la vi, se la llevó su papá. Ya no se ve. Le ha de estar pegando para que lo
lleve a la mina de oro. A donde su papá la está llevando se llama la mina de
oro, porque hay oro, lo vimos que brilló. O sea que el papá de Michel quiere el
oro, por eso le pega, para que lo lleve. Pero ella no sabe, se van a perder. Le
diremos al policía…dice el policía que sólo encontraron la brújula de Michel.
Nos dejó una pista ¡Vamos!
— No,
Isabel.
— Pero
yo sólo sé cómo es el camino.
— Bueno,
vamos.
— Por
aquí.
— Isabel,
dónde estás.
— Acá…
— ¿Dónde?
— No
sé, por aquí no había pasado. ¡Michel, aquí estás!
— Tranquila,
Isabel, mi papá nos anda buscando. Escóndete conmigo. ¡Ahí viene, córrele,
pégale con esa piedra!
— Michel,
voy por esa…!híjole, no le atiné!
— Corre,
allá está el oro.
— Oye,
no es oro, son gusanos dorados.
— Ahí
viene mi papá, corre…
— Niñas,
encontraron el oro…oigan, no es oro. Niñas, la voy a atrapar. ¡Aquí estás, Michel!
— Isabel,
ayúdame.
— ¡Toma
esto, papá de Michel!
— Auuuu,
niña mala….
— Se
desmayó tu papá, Michel.
— Pues
sí, cualquiera se desmayaría con una de esas piedras.
— Michel
¿oyes eso?
— Sí,
son muchos señores, mejor vámonos.
— Oye,
Michel, vamos a decirle a nuestras mamás que si podemos vivir juntas.
— Bueno, mamá, dice mi amiga que como ya no
tenemos papá que nos vallamos a vivir con ella a su casa.
— Pero,
hija, no te lastimaste. Estaba muy preocupada por ti.
— No
me lastimé, mamá.
— Oigan,
niñas, me dijo un policía que les quiere hablar.
— Mande,
señor policía.
— Tengan
esto.
— ¿Qué
es?
— Ábranlo
y lo sabrán.
—
Es el oro, lo encontraron…
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Sus antepasados habían sacado oro de esa mina |
Terceros lugares
Joana Maturano
Quijada, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
LA PASCUALA
Se cuenta que en San
Miguel había una mujer a la cual apodaban con el nombre de la Pascuala. Se dice
que tenía una enfermedad. Cuando ella dormía parecía que estaba muerta a pesar
de eso la pobre mujer practicaba la brujería y hacía pactos con el diablo. Una
mañana mientras ella dormía, todos pensaron que la pobre mujer había muerto,
así que decidieron preparar todo para el entierro. Cuando llegó la hora de
enterrarla la tierra no la recibía porque estaba vivía y porque era una bruja.
Entonces decidieron irla a dejar a una cueva cerca del río. Cuando la mujer despertó,
salió del ataúd y vio que estaba encerrada en una cueva. Empezó a gritar
pidiendo auxilio, rascando la tierra como loca, pero todo eso era inútil. Una
noche lluviosa y de mucho frío la mujer murió de frío y enfermedad. No pasó
mucho tiempo y la peña se derrumbó. Se dice que la mujer no ha podido descasar
en paz y sigue rondando por aquella peña.
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Perdida en los bosques de San Miguel, se halla la peña caída de La Pascuala |
Valeria Olivia Chávez
Quijada, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
EL TESORO ESCONDIDO DE ARCOS DEL SITIO
Contaban los abuelos que
hace muchísimos años pasaba un camino muy grande por Arcos del Sitio y San
Miguel. Lo llamaban camino real. Venía del norte del país y llegaba a la Ciudad
de México. Por este camino transitaban carruajes, arrieros con cargamentos,
tropas, jinetes y gente de a pie, que iban y venían a la ciudad y pueblos que
pasaban. Contaban que los jesuitas construyeron los arcos y estaba en
construcción el templo de Tepotzotlán (ahora Museo Nacional del Virreinato).
Los jesuitas traían mucho dinero del norte del país para terminar el templo.
Este dinero, que eran monedas de oro, venía en muchos barriles y cargado en
mulas. Cuidados por arrieros este dinero era de las cooperaciones de las
parroquias del norte del país. Pero alguien se dio cuenta y se organizó una
banda de bandidos para quitarles el cargamento. Ahora, donde es Arcos del
Sitio, los sitiaron y les quitaron gran parte de los barriles. Es por eso que
se llaman Arcos del Sitio. Los arrieros que lograron escapar con algunas cargas
enterraron el tesoro en los alrededores es por eso que decían los abuelos que
hay un tesoro enterrado en las cuevas de Arcos del Sitio y que los arrieros
plantaron una planta de jazmín en la entrada de las cuevas como señal para
después poder regresar y encontrarlo. Pero las cosas se complicaron y no
pudieron regresar. Con el tiempo la erosión y la vegetación taparon la entrada
a las cuevas. Se cuenta que después de mucho tiempo dos lugareños que sabían
por sus abuelos que ese tesoro no se podía sacar porque estaba encantado y
pertenecía al diablo y malos espíritus y los que intentaban acercarse veían y
escuchaban horribles cosas que les causaba un miedo terrible. Estos dos
lugareños en una tarde de copas se animaron a buscar el tesoro y se fueron a
sus casas por palas y picos para escarbar y se encaminaron hacia la cueva en
Arcos del Sitio. Llegaron de noche y con sus linternas se pusieron a escavar en
la pequeña grieta que aún se conserva y escarbaron hasta altas horas de la
noche. Hasta que la cueva se hizo más grande y apareció ante ellos el tesoro.
Contaban que efectivamente hay siete barriles de monedas de oro y armas que
están recargadas en los dos barriles. Los dos lugareños contaban que cansados y
admirados del gran tesoro que veían empezaron a sentir como la piel se les
ponía chinita al escuchar lamentos y voces indescifrables y sentir un enorme
peso sobre sus cabezas. Al quitarse el sombrero vieron que eran enormes víboras
que s enroscaban en sus sombreros y otras se descolgaban de las paredes de la
cueva. Sintieron tanto terror que salieron corriendo olvidando todo y no
pararon hasta llegar a sus casas. Al día siguiente se buscaron tempranito y
platicaron de lo sucedido. Decidieron regresar a ver qué era lo que había
pasado. Al llegar encontraron sus herramientas al lado de la grieta. Pero de lo
que habían escarbado no había nada. La peña y la vegetación estaban igual como
si no hubiera pasado nada. Contaban los dos lugareños que vieron ese tesoro que
tenía como señal una planta de jazmín en la entrada. Pero que no puede sacarse
porque está encantado, cuidado por malos espíritus. Algunos buscadores de
tesoros han intentado encontrarlo, pero al estar cerca escuchan ruidos y
lamentos que les causan un enorme terror y nunca regresan y hasta hoy sigue el
misterio del tesoro del jazmín en Arcos del Sitio.
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Los Arcos del Sitio, escenario de trágicos sucesos |
Xcaret Yajani Quijada Ruíz, San Miguel Cañadas, Tepotzotlán
LEYENDAS DE SAN MIGUEL CAÑADAS
Contaba la bisabuela que
era nativa de San Miguel Cañadas algunas anécdotas de su vida de pequeña. De
cosas extrañas que vio. Una de ellas fue que a uno de sus hermanos recién
nacido la bruja se lo chupó. Dice que una noche ella y su familia estaban
preparándose para dormir cuando de pronto su padre salió de su casa porque
escuchó ruidos de una especie de ave. Pero los ruidos eran algo bruscos. Como
si fuera el aleteo de un guajolote e incluso de algo más grande. Al salir y
percatarse de que no había nada, entró nuevamente a su casa con un sueño muy
pesado y se lo pegó a su esposa y los demás hijos y entraron en un sueño muy
profundo. Al otro día cuando los padres de mi bisabuela despertaron, comentaron
que se habían dormido muy rápido y que no escucharon al bebé. Al revisralo ya
estaba sin vida en su cuna, morado y con unas marcas extrañas en su brazo
derecho. Se lo había chupado la bruja. Una desgracia, sin duda, ese día. En otra
historia, nos contó que aún cuando era pequeña su madre la envió a un mandad
ocon una vecina. Al llegar al lugar donde se encontraba su vecina se percató de
que su vecina platicaba con otra señora muy entretenidamente, sentándose en un
tronco como un banco. Se sentó la abuela a esperar ser atendida y escuchando a las
dos mujeres platicando, se enteró que una familia que era de la zona eran muy
extraños. La familia se componía del papá, la mamá, una niña ya casi adolescente
y un pequeño que apenas tenía un año. Resulta que el padre se didicaba a ser
leñador y vendía cargas de leña. Mientras que el resto se quedaba en la casa.
Un día el padre después de un largo día de trabajo regresó a casa muy cansado.
La cena ya lo esperaba en la mesa. Al llegar, los hijos ya estaban dormidos y su
esposa lo esperaba. El padre se sentó y cenó, mientras charlaba con su esposa.
Después de haber cenado, sintió mucho cansancio y se fue a dormir. Ya entrada
la madrugada el padre despertó por causa de una pesadilla. Se levantó de la
cama y fue a la cocina que estaba afuera en el patio, donde estaba el fogón aún
en brazas. En su camino encontró unas piedras que estaban tiradas en el suelo.
El padre las levantó. Se dio cuenta de que eran de su esposa y su hija. De
pronto escuchó voces en el cuarto donde guardaba sus herramientas y alimentos
de sus animales. Al acercarse a la puerta pudo ver que estaba encendida la luz
de una vela y escuchó risas de mujer. Era su esposa e hija que estaban ahí
dentro. El padre se acercó a la puerta. Observó por un orificio y cuál fue su
sorpresa que vio a su esposa y a su hija quitándose las piernas de una manera
muy rara entre risas y gruñidos y se transformaban como en una especie de patas
de gallina o guajolote de ave para ser más explícitos. El padre estaba aterrado
e inmóvil por la impresión y de pronto se volteó y brotaron alas negras en la
espalda de su esposa. Estaban grandes. Y después lo mismo ocurrió con su hija.
Y con un movimiento rápido salieron volando por una ventana. El hombre
aterrorizado y despavorido entró al cuarto y tomó las piernas de madre e hija y
las arrojó al fuego del fogón. Las extremidades empezaron a arder de una manera
muy brusca. Las piernas se retorcían en el fogón. El hombre aún aterrado y ya
enojado entró a su casa, tomó a su hijo,
hizo unas maletas y se marchó de eses
lugar ya casi cuando amanecía. El señor y su hijo iban en camino y se encontró
a un hombre que era su compadre. Entró en llanto, se puso de rodillas y le
platicó todo, pidiéndole que lo auxiliara. El hombre ya después de escuchar a
su compadre, le ayudó a llegar a la iglesia de Tepotzotlán, con un sacerdote,
para pedir auxilio. Después de lo ocurrido nadie volvió a saber de esa familia.
Así pues, estas dos leyendas que mi bisabuela le contó a mi padre. Al igual de
muchas otras y de datos extraños que contaba la bisabuela. Como que las brujas
caben en el agujero de una aguja, que se convierten en animales, en bolas de
fuego y brincan en los cerros, etcétera. Hoy en día estas leyendas siguen vivas
en los recuerdos de la gente mayor. Acérquense a sus abuelos y pregúnteles si
tienen alguna leyenda.
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San Miguel Cañadas y sus leyendas |
Citlali Genazareth
García Sánchez, Santiago Cuautlalpan, Tepotzotlán
DESDE ABAJO
Esta es la historia de un adolescente
Con el sueño de ser docente,
Sus padres murieron repentinamente
Pero eso lo hizo mirar más hacia el frente.
Sacaba buenas notas en la escuela
Y en la casa ayudaba a su abuela
Era lo único que tenía
Pero aún así sonreía.
Tendría mcuho que trabajar,
Para sus sueños poder alcanzar
Porque sus abuelos ya estaban viejos
Y su final no estaba muy lejos.
De él se reía la huesuda,
Porque lo hizo sufrir, de eso no hay duda,
Quitándole de su vida a sus abuelos
Ya no tenía ningún consuelo.
De aquellos hechos había pasado ya un año
Pero todavía ese recuerdo le hacía daño,
Cayó en las drogas y la delincuencia,
Llegar a la cárcel fue su consecuencia.
Lo dejaron salir bajo fianza
Pero la gente ya no le tenía confianza.
Se dispuso a entrar en la universidad
Para eso se tuvo que ir a la ciudad
Dejando bellos y malos recuerdos
En la casa que fue de sus abuelos.
Viajando en autobús repasó su vida
Convencido que siempre existe una salida
Porque desde el más allá lo cuidaban
Cuatro seres que lo amaban
Entró a la universidad sin ningún problema,
Pasó sin dificultad todos los temas,
Con mucho esfuerzo y empeñó
Logró cumplir todos sus sueños.
Al fin la vida le había sonreído
Y le enseñaba a no ser engreído.
Que un sueño que empieza desde abajo
Y se logra sólo con trabajo.
Porque esta es la historia de un adolescente
Que se convirtió en un gran docente.
Ahora es feliz por lo que ha logrado
Y tiene una gran familia a su lado.
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