Con el cuento “Soñando", Sabina Maric Hernández Vergara, originaria de Casa de Teja, en Tepotzotlán, se hizo acreedora a una mención honorífica de nuestro UNDÉCIMO CONCURSO ESTATAL PENSADOR MEXICANO DE LITERATURA ESCRITA POR NIÑOS Y JÓVENES 2023.
SOÑANDO
Hace
mucho tiempo había una jovencita llamada Sabina, ella vivía en un cerro
del pueblito llamado Tepotzotlán, su
mamá era una curandera y toda la gente de su pueblo se reían de ellas, pero a
Sabina no le importaba, ella era felíz en el monte.
A
ella le encantaba ver el atardecer, y aunque no iba a la escuela era muy lista,
más que el promedio, ella siempre soñaba en ser escritora y agricultora.
A
ella le gustaban mucho las bugambilias, las rosas y hierbas venenosas, esa
última es broma, pero lo que si, es que le gustaba sembrar.
Le
ayudaba a su mamá a hacer medicinas con sus plantas. Un día, mientras plantaba
sábila, escucho un ruido muy fuerte, vio que era una escabadora que estaba
quitando los árboles, su mamá le explicó que en el monte iban a hacer una fábrica y Sabina se sintió
muy triste ya que no podría sembrar más flores.
Ella
decidió escapar de casa para salvar al monte, ese día empezó con su plan,
mientras subía al monte vió que había un conejo con una botella atorada en la
nariz y Sabina recordó que una vez su mamá le había dicho que en un lugar de Tepotzotlán había muchas fábricas y que
esas fábricas acababan con el agua y producían basura como plásticos y vidrio,
entonces Sabina ayudo al conejo a quitarse esa basura, y cuando se iba se dió
cuenta que el conejo la seguía y pensó que en su viaje tenía que estar
acompañada, por lo que se fue con el conejo a buscar ese feo lugar de fábricas.
Cada
que se iban acercando vieron más y más basura y menos árboles.
Se
tardaron unos 20 dias, 2 horas, 1 minuto
y 5 segundos, y cuando llegaron vieron que ya no había árboles, solo fábricas y
más fábricas. Sabina se puso muy triste y luego pensó: Para que me sirvió este
viaje?
Después
ya llegada la tarde tuvo una idea y se dijo: Puedo hacer un libro y contar todo
lo que pasé en este viaje, para que la gente conozca lo bonito de vivir en el
campo, también puedo ser agricultora y puedo escribir todo lo que hago.
Pero
como voy a sembrar, si ya no hay donde sembrar,se dijo, y se puso a pensar y de
repente se le ocurrió algo: Sí!, tengo un lugar donde sembrar, entonces regresó
a su casa con el conejo, ahorro 2 años
para poder publicar su libro y sembrar sus árboles y flores.
Compró una Casa con un patio enorme y se le ocurrió construir un lugar donde pudieran niñas, niños, adultos,viejitos y viejitas sembrar y escribir sus historias y conocimientos, y pintar, se llamaba el lugar de los sueños.
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